Cuando hace décadas leí a Cioran (En las cimas de la desesperación, Breviario de pobredumbre), fue una lectura compartida con amigos. Recuerdo que nos reíamos a carcajadas; puede parecer contradictorio pero éramos jóvenes y tanta negatividad nos producía risa. Perdona la frivolidad adolescente la cual no me resta ni un gramo de admiración por el filósofo rumano. Por cierto que cuando Savater comenzó a hablar de él en España corrió el bulo de que era una invención del propio filósofo donostiarra.
Calló como en tantas cosas. Ahora no quiero ni oír hablar de él desde que leí la columna que escribió a propósito de la eficacia de frau Merkel. Aquí la eficacia es más perentoria que el humanismo: http://elpais.com/elpais/2015/07/24/opinion/1437752980_089607.html
Cuando hace décadas leí a Cioran (En las cimas de la desesperación, Breviario de pobredumbre), fue una lectura compartida con amigos. Recuerdo que nos reíamos a carcajadas; puede parecer contradictorio pero éramos jóvenes y tanta negatividad nos producía risa. Perdona la frivolidad adolescente la cual no me resta ni un gramo de admiración por el filósofo rumano. Por cierto que cuando Savater comenzó a hablar de él en España corrió el bulo de que era una invención del propio filósofo donostiarra.
Jajaja, no sabía ese bulo acerca de Savater/Cioran. Bueno, de joven, tambipen a mí me hacía reír mucho.
No me lo he inventado (ya me gustaría). Era verdad de la buena, yo lo oí decir en más de un círculo de intelectuales en los 80.
Te creo. (¿Cuánto tardó Savater en desmentirlo? Jeje)
Calló como en tantas cosas. Ahora no quiero ni oír hablar de él desde que leí la columna que escribió a propósito de la eficacia de frau Merkel. Aquí la eficacia es más perentoria que el humanismo: http://elpais.com/elpais/2015/07/24/opinion/1437752980_089607.html