El control del autor sobre su obra (siempre relativo) termina cuando se pone el punto final y el editor imprime y distribuye, pero… ¿y su responsabilidad? ¿Cómo sabemos en qué manos caen nuestros libros?, ¿en qué oídos nuestra palabras?, ¿qué infelicidades pueden causar, qué cataclismos desencadenar, sin que lleguemos a saberlo nunca?
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