Publicado en Málaga Hoy el viernes 3 de noviembre de 2017.
La novela modernista no sólo nación en Europa. También en Brasil.
Para quien pueda tener dificultad de lectura con la foto del artículo, aquí va el texto:
TEXTO SENTIDO
Sanz Irles. Escritor
DRAGÓN ASPÉRRIMO DE LA NADA
El brasileño Machado de Assis: un grande, admirado por Harold Bloom, Susan Sontag y hasta por Woody Allen, que gustaba mucho del Epitafio de un pequeño ganador:
Lo leí porque es un libro delgado…
Para David Jackson, de Yale, Machado de Assis es el verdadero inventor de la novela modernista. Al leer El alienista (o El loquero, si prefieren, aunque en español también disponemos de esa voz) entendí que el humor es parte íntima de su estilo narrativo, como lo es el confeccionar capítulos muy cortos o el apostrofar al lector, hasta el punto que Brás Cubas, uno de sus grandes personajes, dice en sus célebres memorias:
Começo o arrepender-me deste libro… o sea: Empiezo a arrepentirme de este libro […] porque el mayor defecto de este libro eres tú, lector […] tú quieres la narración directa […] y este libro y mi estilo son como los borrachos, se tambalean a diestra y siniestra…
El alienista es una tragi-descacharrante novela corta en la que vemos al estrambótico Dr. Bacamarte, fanático de la ciencia, crear un manicomio en el que —autoinvestido de poderes absolutos— primero encierra a los que manifiestan signos de desórdenes mentales y después los suelta, para encerrar a los que parecen perfectamente cuerdos, pues es ahí —dice haber descubierto— donde está la verdadera locura. Es un relato sutil, ingenioso e innovador, en el que el humor también genera sentido y claves interpretativas. En ese humor me fijo hoy:
Bacamarte, como nuestro Quijote, lee mucho, y podemos sospechar que su locura tiene que ver con eso, cuando nos dice de sí mismo que pasa los días:
…alternando las curas con las lecturas, y demostrando los teoremas con cataplasmas.
Se casó con doña Evarista, quien:
…reunía condiciones fisiológicas y anatómicas de primer orden: digería con facilidad, dormía con regularidad, tenía buen pulso y excelente vista. Era, pues apta para darle hijos robustos, sanos e inteligentes. …
Cosa, por cierto, que no hizo. Eso sí:
…tenía facciones mal compuestas, pero lejos de sentirse molesto, le daba gracias a Dios, pues así no corría el peligro de postergar los intereses de la ciencia en aras de la contemplación exclusiva, minuciosa y vulgar de su consorte.
El adefesio viaja a Río de Janeiro. Su marido va a esperarla a su regreso y Machado se desata y se arroja de lleno en la danza de la chanza:
El instante en que doña Evarista puso los ojos en la persona de su marido es considerado por los cronistas de la época como uno de los más sublimes de la historia moral de la humanidad, y ello en virtud del contraste entre las dos naturalezas, ambas extremas, ambas egregias.
Porque, claro:
Ella era la esposa del nuevo Hipócrates, musa de la ciencia, ángel, divina, aurora, caridad, vida, consuelo; traía en los ojos dos estrellas, en la versión modesta de Crispín Soares, y dos soles, en el concepto de un concejal.
Sobre el célebre Marqués de Pombal se nos dice que:
…ese ministro era el dragón aspérrimo de la Nada, destrozado por las garras vengadoras del Todo.
Y así hasta el final.
Acérquense a este formidable y divertido relato y apreciarán un escritor con una prosa exquisita, una narrativa innovadora y una imaginación fértil como la Amazonia.