Archivos para 30 November, 1999

vian2El otro día, cuando ya haraganeaba la tarde, me entraron de repente unas ganas tremendas de leer otra vez la vieja novelita de Boris Vian Escupiré sobre vuestra tumba.

No he identificado qué resorte psicológico me llevó a ello, cuál fue el detonante del deseo y la memoria, aunque creo que lo supe, durante una milésima de segundo, justo cuando me asaltó el impulso de manera tan inopinada, tan intempestiva. Vi, fugacísimamente, la extraña asociación de ideas que me había llevado hasta allí. Vi, lo cual es asombroso (pero el asombro, nos recuerda Jünger, «es nuestra mejor parte»), la imagen —un rostro o una situación o tal vez un cuarto en el que viví— desencadenante de la secuencia que, como una estampida, me llevó a esa novela a la velocidad de la luz.

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